Si algo sabemos en esta vida es que, menos siempre es más y que, cada centímetro, cuenta. Hoy hablaremos de cómo los hoteles, ya sean pequeños o no, aprovechan cada rincón para sacarle el máximo partido. Hay interiorismos, además, que son tan particulares que pueden darle un gran valor añadido a una estancia.

Seguro que en un momento determinado les han preguntado si viajan por negocios o placer. Lo cierto es que son dos metas de viaje bien distintas y el mercado del alojamiento está a la última para adaptarse a todas las necesidades que plantee el cliente. Así pues, los espacios de trabajo en hoteles se han impuesto, con el paso del tiempo, como un modelo de negocio de lo más lucrativo. Incluso, en una especialización que puede identificar a un equipamiento hotelero.

Despejar el espacio para multiplicar el bienestar y ordenar más rápido. Éstos son algunos de los beneficios que aporta el interiorismo versátil. Reduce los elementos innecesarios e incluso ayuda a desprendernos de aquello que ya no utilizamos. Además, el estrés diario nos deja con poco tiempo para organizar nuestro espacio tal y cómo nos gustaría. Por tanto, debemos ser pragmáticos a la hora de adecuar nuestra estancia.